Cáp. 6
Intentando no dormir, pero intentando hilar esta pesadilla, llegué hasta pensar que era real y esta en una organización secreta que solo deseaba mi muerte y cosas extrañas de ficción.
Entendí que habría sido una fin de semana muy lago y que mi mente lo habría confundido todo. Y nada de eso podría llegar a pasar.
Mire hacia delante y una larga cola de buses teníamos delante.
Al parecer un accidente tenía la carretera cortada en un sentido. Mientras nuestra caravana avanzaba por la pista el de la moto se paseaba por un costado. Hasta que avanzo un buen trecho apegado a mi ventana. Y le miraba su moto que me parecía atractiva.
Cuando extrañamente comenzó a hacer señas para el lado. Mire hacia delante y hacia atrás del bus para ver a quien le hacia señas, y no a ninguno de ellos al parecer.
Mire a fuera e indicando a mi pecho le hice entender si me hablaba a mi, y con una agitada de cabeza me confirmo.
Luego su dedo indico al pasillo del bus. Gire de cabeza para ver que me indicaba este hombre de la moto.
Cuando volvió a suceder. Hay estaba yo, aun acostado en mi cama. Aun no me movía de la cama. Tome el celular para esterar la llamada y nunca fue, la hora marcaba las 8:12 de la madrugada. Eran solo poco más de una hora que habría llegado a casa. Y mi cuerpo y mente fatigados.
Sin querer ya dormir. Me levante de la cama. Salí de mi habitación. Me tope con la puerta de Pablo. Y recordé el sueño, y me asquee. Vi la puerta del viejo y escuches cosas así que camine. Tome una botella y la llene con agua, bebí de ella, y llevé un resto a mi pieza. Somnoliento volví a ver la hora y siendo las 8:20 me volví a recostar. Eso si que esta ves deje el despertador para las 11:30 para no sufrir mas con estas pesadillas.
Me reentre al mundo de lo sueños esperando que estas ves no me torturaran tanto al dormir.
Al rato mi madre al teléfono me llamaba, para preguntar la hora de mi viaje. Le conteste y sin esperar más tome mi cuerpo putrefacto en el acto y le alce en el vuelo y me encamine.
Asumiendo absolutamente nada. Tome mi cuerpo y le saque de ese lugar.
Hasta hoy nada me ah vuelto a perturbar de tal manera. Pero aun siento que no estoy solo, y cada despertar, lleno de desnudes y ebriedad me hace sentir una pequeña incertidumbre, del como llegué a lugares como este. El sol una inquietud de (…)
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