cap. 3

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... Ya no daba más dos malditos sueños en una misma noche habrían sido mucho para este podré hombre.
Levantándose de su letargo, comenzó a caminar hacia su rutina, las mismas caras, y nada extraño hasta el momento. Comento de los sueños mientras disfrutaba de sus pequeños amigos alucinógenos y de sus tan amado café de la mañana. Y ese cigarrillo rojo que enciende, tras poner su maquina en marcha.

Juntase una vez mas con los mismos rostros le pareció agradable y estaba dispuesto a salir de la pesadilla que le atormento.

Durante una de las conversaciones, comentado por los doce ojos, uno de ello reacciono y mostró uno de sus dibujos, en la cual ambos habrían compartido la misma alucinación, pero sin lugar a duda lo tomaron a la ligera.

Al llegar la tarde, como todas ellas siempre se compartían cervezas y algún tipo de aditivo, como mujeres o drogas. “Quizás alguna partida de poker o un buen ajedrez”. Pero para que mentir si en realidad. Siempre era rock&roll lo que llenaba nuestras venas.

Bueno continúo…

Esmerado en descansar por fin y no tener más sueños como esos. Llego a casa.

Mientras habría mi puerta, solo descansar deseaba, entre por ella y su olor tan peculiar me izo sentir de nuevo a salvo. Los grados de alcohol en mi cuerpo nunca me habrían afectado tanto, nunca como para alucinar y no poder descansar.
Subí las escaleras, y entre a mi dormitorio. Aun sonaba la música que habría dejado encendida en la mañana al salir. Escuche murmullo y algo raro me sonó.

Raspo su rodilla junto a la muralla, arrastro su cuerpo por la ventila, tropezó a una mesa y levantó su cuerpo al entrar a la habitación.

Mi cabeza parecía explotar y mi corazón arrítmico, llevaron mi ilusión a la realidad.

Todo parecía normal y las cosas no iban mal. Gente en su habitación era algo de costumbre un que el no las invitara a pasar.
Las caras siempre muy conocidas y las conversaciones siempre repetitivas.
Por alguna razón todo comenzó a cambiar, los hechos aprecian un constante Déjà vu[1] al recordar lo que pasaría miro a su derecha y estaba quien debería estar en ese lugar.

Y luego pensé, voy a morir después de este sorbo. Y lo bebí.

Cayendo, levanto su pera y su frete miro al cielo, un tema que no recuerdo sonó le aire. Su pecho se calmo, y la histeria floreció.

Sentía caminar junto a mi pecho unos dedos hermosos, pero no creía que esto terminara bien para mí. Intente reaccionar y llame a mi salvador.
Como puede me puse de pie y gateé hasta la cornisa de la habitación. Sabía que era un sueño y que desde ahora lo podría controlar. Pensé.

Levantando su cuerpo del suelo arrastro éste por la pared que se comenzó a ser eterna, no entro la cornisa y solo encontró su baño. En el un hombre dispuesto a emprender una discordia entre la sanidad mental la destrucción de su alma a través de una blanca amiga milagrosa. Reconociendo mi cuerpo que subyacía atado a mí destino que abrazaba hincado con mi cabeza dentro de él.

La salvación parecía llegar junto a esta sensación, pero lo único que recuerdo es haber salido del baño como nunca antes, me sentí renovado y “austero”. Medite mi vida y la destrucción de mi hogar, tome las cosas en mis manos y decidí destruir.

Nada podría detener a esta nueva maquina que habría sido creada a través de la locura.

Busque luego al hombre que me ayudo en la desesperación de hace un rato, pero nunca le vi.

Comencé a beber nuevamente y como si nada reaccione un par de horas mas tarde. La destrucción no habría cesado. Y comencé a recordar.

Lo que no sobraba en ese momento fue la histeria y la demencia de la realidad. Tome conmigo a mi cuerpo le intente levantar. Me puse de pie y camine fuera de mi cobijo.
Busque a mi compañero de pieza, toque su puerta y entre. Allí le vi sin razón aparente masturbándose frete a la ventana y luego se volteo a mirar. Su rostro deformado me dio un poco de pánico, pero no le di mayor. Importancia.

Entonces sentí ruidos en la habitación continua, la puerta entre abierta y la curiosidad me llevo a entrar.

Hay cosa a las cuales uno nunca quisiera enterarse. Y de cosas de las cuales nunca quiera uno vivir. Pero el morbo de nuestras mentes no supera y nos hace clavarnos y chocar junto a las murallas.

Entonces entre escuche mientras…. Continuara à


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[1] El término déjà vu (/deja vy/, en francés ‘ya visto’) o paramnesia describe la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. busca mas acà.