Cáp. 5 B.
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Gire mi cabeza i desperté. Me pareció extrañísimo todo.
Sentía como si estuviera pasando mi vida dos veces en el mismo momento, pero distinta. Pues mientras caminaba a tomar un café donde siempre sentí como caminaba apuradísimo e intentaba huir de algo o alguien. Y tuve esa sensación por bastante rato y a ratos.
Llegué a tomarme el café de costumbre con Fernando, pero antes de el me tope con Ricardo, el invite un café y conversamos. Le conté de sueño de burbuja y de los deja vù que se cruzaron durante el sueño. Y que en ese mismo instante sentía como si estuviera soñando. /mientras en el Años luz se escucha “A saucerful of secrets”/ y le dijo a Ricardo ves que todo suena como a sueño.
El responde mira quizás cuando me hablas del hombre de de 12 ojos te refieres a él.
Y saca de su bolso su kroquera y me muestra uno se sus dibujos. Y le pregunto y el cabeza de metal.
Apareciendo Fernando de tras y me dice ese eres tú.
Lo miro y golpea mi cabeza con un fierro. Para reaccionar en un sillón frente a una televisión apagada un cinta y una nota escrita por mi en le control que decía << póngale play >>.
Mientras me acercaba a prender el televisor, recordé que me llamaron cabeza de metal. Y me abalance hacia la muralla de concreto para comprobar la dureza de mi cabeza.
Mientras chocaba con la muralla se vino a mi cabeza la imagen de mi cara ensangrentada y supuse que era por aquello así que desvié el rostro, y vi una silueta escabullirse entre el tras luz de la puerta.
Me levante prendí el televisor y mientras este se accionaba camine a ver quien se movilizaba dentro de la habitación. Al llegar a la puerta una caja sobre el mueble que contenía VHS con fechas. Voltee a ver como se introducía la cinta en el reproductor y casi por instinto Salí de la habitación llevándome la caja con cintas. El sonido del estero se elevo la máximo y se escuchaba mi voz saliendo de los parlante y la de otro sujetó que me sonaba conocido, la girar y avanzar hacia el sujetó. Le vi dispar hacia donde se supondría que debería estar viendo la cinta.
…creo que no entiende que esta pasando.
Pero créeme las cosas tuvieron que ocurrir así.
Nunca quise hacerte o hacerme daño.
Pero el experimento se arranco de las manos y no fuiste como el resto.
El experimento final fallo y por eso tienes que ahora morir.
… se que cumpliste bien tu misión pero en esa habitación no puede quedar nadie vivo y como tus instrucciones fueron mátale por la espalda, no alcanzaras a correr a la ventana del baño y escapar, no habrás la puesta ya que esta cerrada, si no lo recuerdas. Así que gracias por que cooperación.
Finalizan sus trasmisiones.
Muchas gracias.
Mientras escuchaba esto gire mi cabeza y solo camine de espalda mientras el sujeto creía estar acribillándome por la espalda cuando estaba en le baño e intentaba salir hay escuche que la única salida era esta así me que apure a saltar. Pero antes de hacerlo mire atrás y lo vi manotear e intentar abrir con desesperación la puerta. Con una llave que se evidenciaba que no era la correcta.
Al saltar con la caja en los brazos por la parte trasera del edificio hacia los estacionamiento. Observe que el auto que partía era similar a algo. Que no tenia claro.
Tenia claro que la vos de quien hablaba en video era la mía, y que la nota también lo era. Me extrañe. Mientras salía caminado del lugar de la explosión que ocurrió al caer.
Escabulléndome entre la muchedumbre. Sabia claro que ya no podría confiar en nadie.
Llegando al frente de la calle gire para ver la magnitud del incidente y me lleve la sorpresa. Una pantalla gigante en la muralla continúa del edificio. Y la explosión era de una propaganda de productos de cocina.
Nada era claro en ese momento. Me tomaron de la espalda y zurrándome al oído me dijeron; es la reina del baile.
Le mire y en realidad eran dos hombres conversando entre ellos.
Abrase mi caja y camine buscando orientarme entre las calles.
Cordones desabrochados llevaba, mi chaqueta ni idea donde habría quedado y por más que intentaba recordar, solo llegaba a la escena del café.
Revise mi bolsillo y un papel con una dirección de correo electrónico y un número de teléfono borroso. Me llevaron a sentarme por horas a registrar el guía telefónico hasta hallar el número más familiar que encontré. Y el más parecido al número borroso de mi bolsillo. Tenia claro que las confidencia como esas solo se dan en películas extrañas y que por mas que hiciera el intento no saldría nunca de hay.
Fue cuando sucedió. Era un olor que reconocería hasta dormido. Un olor que era característico que una parte importante de mí. Un aroma entre cerveza, colillas de cigarrillos y un poco de vomito aplastado con un desodorante barato mezclado con colonia cara.
Sin lugar a duda esa era mi querida chaqueta de cuero. Pero donde estaba. Le busque entre los cercanos y sucedió. La encontré, peor el que la llevaba no era a quien quería ver.
Sorprendido por ver su rostro, le seguí y mientras avanzaba sabia bien que yo nada podría hacer y todo quedaría en sus manos.
En mis bolsillos una pocos peso llevaba con migo. Le seguí sin que se diera cuenta. Aunque su estado de colérico era evidente y su contonear por las calles era de evidente borrachera le seguí de cerca. Compre cigarrillos y cada ves me fui mas cerca de el compre un taco y una lapicera. Pero me pareció extraño cuando llego de sorpresa a comprar donde estaba. Pidió los mismo cigarrillo que llevaba y una caja de fósforos. Se los tuve que pagar yo, ya que luego salio y camino.
Pague y le seguí hay me di cuenta que no recordaría nada en la mañana. Rompí el hielo y le acompañe hasta su casa le acosté y escribí notas para qué siguiera.
Como estaba de borracho no recordaría así que le escribí lo que debería hacer en la madrugada cuando despertara.
Dormí en la habitación de junto y antes del amanecer tome otra de mis chaquetas de la casa amarre mi cordones y me fui a esperarle. (…)
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