regreso

­y cuando volvis a conce desaste humano?

habrá algún concierto o alguna excusa lo suficientemente grande para embarcarme a esa horrenda ciudad , que lo único que me agrada es la sobre población y la depredación que viven los hombres a momentos, esa carnicería demencia entre bullicio y agónicas caras que intentan escapar a través del trasporte publico, sofocados por sus gases internos y sus burocracia infalible que lucha tras la ignorancia de un pueblo que asume que vivir en la capital se solucionara sus problemas cuando los problemas siempre fueron ellos independiente en donde viva, debieran rezarle a su bala y acabar con sus vidas que no son mas que carne en constante estado de putrefacción.
“sigue con tu perorata y la leo a la vuelta”
llenaría sus bocas de granos y trigo envueltos en cianuro, visitaría los hogares de sus hijos y los jardines de sus padres, cabalgaría sobres su cuerpos suburbanos y metería mi pucho en su gargantas mientras intentan pedir ayuda a los miles de sistemas de seguridad que les resguardan el culo y el sistema financiero que no hace mas que fregarles la vida con impuesto y con agónicas facturas e interés sobre impuestos y salivas de acido de los corruptos cuerpos que forman y deformas ellos mismo en cada uno de los cuerpos de la demencialidad de las carnes operativas de los sistemas de funcionalismo gubernamental y empresarial.
los jóvenes creen estar en la panacea de la gloria y la opulencia, mientras ignoran las esquinas y los nombres de los cines y teatros, no conocen en que pasillo duerme Borges en la nacional y no dudan al decir que el gato que vive dentro de su casa aun sigue vivo, aunque apesté a rayos.
no culpo a estos hombres por cuya ignorancia esta sujeta a su acefalica conciencia y configuración corporal, ni para gastroencéfalos les aguanta a esos trozos de membranas, cagado envés de paridos, escupidos por un botijas o torreja en la esquina de la plazoleta, de un hombre qué ah encontrado la solución a todo su problemas y a decidido de vivir en la solera de alguna cuadra o en la plaza de alguna banca, o en todas las bancas y en ninguna plaza, quizás se cubras con las cajas de pizza que comiste de un bajón o de una receta de la felicidad que nunca leíste, o quizás es solo el sonsonete que se escabulle en le metro para evitar que tires la basura en le suelo, o puede que todo esto se aun error y que todo se reduzca a esa deliciosa escena graficada en un rincón de un basurero o en una muralla plasma de múltiples colores y sabores que llegan a través de las imágenes y superposiciones de movimientos oolíticos de la vaguedad de los silencios de los rostros que chocan entre si pidiendo ayuda, intentando escapar de un lugar el cual les apreso y no dejara que escapen nunca, o puede que
tan solo esto sena palabras tiradas al viendo, o quizás mi dislexia produzca que el temblor de mis muñecas sobre el teclado produzca un sin fin de narrativas yuxtapuestas sobre si mismas y causando una dislocación en la conciencia y en la flujo de corriente continua de tus sinapsis y produzcan que algo de esto genera algún tipo de sentido o sin sentido, da igual. Lo importante es que estas tú hay y yo no.