Como no poder escribir las ambrosías
de la frescura de la mirada vespertina.
Como no poder soñar con los ojos,
que se esconden tras sus parpados.
Así como la vida se levanta
para dar movimiento,
así su cuerpo se torna
revoloteante frente al paraíso
de proezas y hazañas,
de locura y hermosura.
Como pensar que el amor esta
loco cuando por mas
que la viera nunca le abre
de dejar de mirar.
Si por mas que la soñase nunca
la abre de olvidar
y si por mal me hiciera
nunca le abre de odiar...
**En la frontera de la lucidez**
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